viernes, 23 de septiembre de 2011

Encantamiento 45, 1ª parte: Hipócritas de usar y tirar.


Robert me lanzó un puñetazo que esquivé rápidamente. En ello empujé a Nicole para que me soltara; no iba a dejar que una lapa se me volviera a enganchar cuando necesitaba movilidad.
-Maldita escoria, demonio cabrón –siguió envistiendo, haciéndome retroceder.
Los del poblado empezaban a acercarse a cotillear. Podían distinguirme como una persona algo borrosa sin interés, pero el-que-se-hace-el-héroe era perfectamente visible y con eso bastaba para darse cuenta de que se estaba montando pelea.
-Cálmate, no ha pasado nada –hablé evitando mostrarme desafiante, alzando las manos en actitud de rendición y manteniendo controlada la posición de sus puños. A diferencia del-que-se-hace-el-héroe, no quería pelear; no tenía ni fuerzas ni ánimos-. Mira, si quieres desahogarte, te dejó que me des un puñetazo. Pero de verdad que solo quiero volver a… -volví a esquivar casi tropezando con unas silletas. Extrañamente, una pequeña parte de mí se sentía culpable y estaba dispuesta a recibir un pequeño castigo físico. ¡Pero si no hay ningún motivo! Puff. Tal vez me lo mereciera por idiota, ¿quién me manda a mí intentar ser diplomático con los demás? La próxima vez no pruebo a esperar y sigo con el plan de llevármela a rastras aunque empiece a gritar, y si alguien se me interpone, pues lo pateo, como si alguien llama a la policía (que viendo cómo es el vecindario, lo dudo mucho).
Pues lo dicho, si así conseguía acabar con esto rápido para poder regresar... Bajé los brazos y cerré los ojos para que al verlo venir no me diera por apartarme. Los nudillos del héroe se estrellaron contra mi cara, lo que me hizo perder el equilibrio y darme de culo contra el suelo. La sangre había empezado a borbotear por mi camisa. Puse una mueca de dolor e intenté parar la hemorragia; me había roto la nariz (mi maravillosa y atractiva nariz recta y lisa…). Por suerte, de momento lo único que sentía era una fuerte presión en forma de hormigueo.
Se paró al darse cuenta de que me había dejado golpear. Pero entonces decidió que para él no era bastante y volvió a abalanzarse sobre mí antes de que pudiera incorporarme. Que no quisiera ir en serio lo había cabreado más, debía de haberle hecho pupita a su orgullo de “macho dominante” como si hubiera sido un desprecio (se me olvidaba que con los neandertales la lógica común no funciona).
-¡¡Para!! –Nicole se interpuso entre nosotros, casi recibiendo el golpe. El-que-se-hace-el-héroe reculó por muy poco, pero enganchó a la Cucaracha por el brazo y la empujó contra el suelo sin ningún miramiento completamente ciego de ira.
Nicole tragó tierra y se golpeó en la cadera ya herida por el accidente de moto. Una exclamación de dolor se le escapó de los labios y la hizo jadear. El estupor recorrió las facciones del-que-se-hace-el-héroe como reacción al dolor de ella; solo entonces “el héroe” se dio cuenta de lo que acababa de hacer y fue a socorrer a su amada (agco gente empalagosa-cretina con la que acabo).
-Nicole, preciosa, yo lo siento –se puso histérico, una voz terriblemente preocupada que no creo que tuviera demasiado derecho a emplear, como si un bicho muy grande la hubiera golpeado en su lugar (repito: agco gente empalagosa-cretina con la había acabado)-. ¿Estás bien? –hizo ademán de ayudarla a incorporarse.
En lugar de dejarse, Nicole le cruzó la cara de una bofetada.
El-que-se-hace-el-héroe y yo nos quedamos estáticos, flipando en colorines.
-¡Aléjate de mí! –su tono herido golpeó con fuerza el orgullo de héroe de Robert, quién siempre se consideró como un protector. Sí, el muy cretino iba por la vida matando al que se cruzara a espadazos rodeado de su brillante ego y creyéndose que lo hacía en nombre del Bien Supremo (de ahí el subidón de ego). Así que tuvo que reprimirse para no verse inundado por el rencor. Una mueca le deformó la cara.
-Lo siento –se forzó a disculparse de nuevo. Se sujetó la mejilla donde empezaba a aparecer la marca roja-, no quise hacerte daño, pero es que esa escoria te estaba…
-¡¡Cállate!! –Le cortó a voz en grito-. No quiero saber más de ti; vas y le pegas la única vez en que no se lo merecía, idiota -insultó al “héroe”. Oh, mi Lucifer, esto no se había visto hasta el momento: ¡¡alguien enfrentándose al chulito del-que-se-hace-el-héroe!!-. No me uses como excusa para poder pegarte de ostias con él; para empezar no soy una criaja debilucha –volvió a hacerse la fuerte con energías recuperadas (esto… ¿no acabas de admitir algo muy distinto, que sola no podías y cosas así…?). Necesitaba demostrarse a sí misma que no lo era a toda costa. Su voz de repente empezó a cambiar, a sonar con un cierto eco. La aura de la Flor engulló a Nicole; tengo la sensación de que, en esta ocasión, Flor y Nicole habían conseguido ponerse de acuerdo en algo.
El-que-se-hace-el-héroe hizo ademan de retroceder, también lo sentía.
-Yo no insinuaba… -empezó a replicar o a excusarse, con el-que-se-hace-el-héroe la diferencia no estaba clara. Aproveché que estaban distraídos y disimuladamente me había vuelto a poner erguido para que no se dieran cuenta y no me metieran más en la pelea.
Nicole seguía gritándole, estaba incluso peor que aquella vez que le cantó las cuarenta a su exnovio Kevin por acusarla de terrorista: -¡Lo haces! ¡Así que deja de creerte con derecho a decidir sobre nosotras! –Nicole, tan enajenada que estaba por la furia del momento, coló el plural de la Flor de Oro sin darse cuenta de que Rob no sabía ni de su existencia dentro de la cabeza de esta (aprovecho para recordar que solo lo sabemos Nicole, la propia Flor y yo). Los miré de uno en otro como si fueran un partido de tenis; insuperable. Esta tía ha empezado a ganar puntos positivos con mucha rapidez-. ¡Estoy hasta las narices de los dos, sois unos gallitos de mierda! –se puso torpemente en pie. Tomó del suelo la garrafa de gasolina que “el héroe” nos había traído y con la otra me enganchó al ver que estaba en pie. Podía leerse perfectamente en la cara de Robert, cuando ella volvió a girarse en su dirección, cómo sufría al ver sus expectativas hechas añicos. Robert estaba demasiado acostumbrado a ganar y a salirse con la suya que no sabía encajar la derrota. Seguro que él ya se había visto llegando hasta nosotros con la gasolina como si fuera agua en el desierto, pensando que por eso Nicole lo volvería a adorar y que de paso podría chulearse un rato al demostrar su superioridad ante mí una vez más. Otra cosa muy desagradable del “héroe” era que también estaba obsesionado con eso de demostrar que era el mejor, todo se lo tomaba como una competición y lo peor es que me había elegido a mí como su rival (que gran honor…); solo hacía falta tenerme en la misma habitación para ponerlo en ese estado de ansia-de-lucha.
Pues que mal le había salido el plan; si es que se veía venir… es tan típico de libro (que lo diga yo, que también me ha pillado de improvisto, no me hace muy verosímil, la verdad)…
Se giró muy altanera y tiró de mí con paso firme a pesar de la cojera, intentando disimular a los ojos del-que-se-hace-el-héroe el tembleque de sus manos.
-¡Nicole, ¿a dónde vas?!
Nicole tomó aire para seguir gritándole, esto no iba a acabar aquí ni mucho menos-: A dónde me dé la gana. Y la escoria –apretó sus dedos de forma casi posesiva alrededor de mi muñeca- se viene conmigo; al menos él es único en esa casa que no conspira para que nos casemos. ¡Y con eso me estoy refiriendo ante todo a la frígida de tu madre, la Doña Reglas de Comportamiento! –acaba de meterse con su madre, joder, ese es tema espinoso. Ahora había posibilidades de que la tomara físicamente hasta con ella, y esto, como pasaba con las monjas de mi orfanato, era proporcional: si a ella la llegaba a golpear, imaginad lo que haría conmigo si me atrapara-. Ah, y si nos sigues, solo conseguirás demostrar que eres un acosador –toma otro gran “zas, en toda la boca”. Empezaba a dolerme hasta a mí por empatía; cómo estaba disfrutando de aquella escena.
El-que-se-hace-el-héroe frenó su avance, sin saber qué hacer. No quería darle la razón, pero tampoco dejarla conmigo. Estaba enfadado y nada acostumbrado a tener que resignarse. El conflicto emocional se distinguió perfectamente dibujado en su cara. Y, finalmente, solo fue capaz de gritar su frustración al ver cómo nos alejarnos.

10 comentarios:

  1. Para q luego digas q no comento JUM jaja :)

    ResponderEliminar
  2. A... 1º de Bachillerato? Yo estoy en 2º!!! No tengo tiempo para nada y hace un tiempo que no puedo leer la historia pero prometo hacerme un huequito un día de estos y ponerme al día.

    Por cierto, llevas dos comentarios, ¡enhorabuena, solo quedan 11! =p

    ResponderEliminar
  3. He visto el evento y he decidido comentar jajaja
    Me leí tu historia en 4 días o así y luego ya fui siguiéndola conforme la subías. En fin, hay poco que decir jajaj ya veremos lo que pasa en el próximo.
    Un beso.
    (solo 10!!)

    ResponderEliminar
  4. vale, soy la numero 4 (me suena de una peli.. Xd) asiq eu toca el 2 de OCT (COMENTAR JODERR QUE QUIERO ENCANTAMIENTO!!)
    Ais mi nicole, si esque cuando le sale la vena, LE SALE. por primera vez me e imaginado a robert como un bebe (?) indefenso e impulsibo xD
    besazoss ^^

    ResponderEliminar
  5. creo que esta ha sido la mejor imagen de robert en toda la historia, k ganas tenia de verlo indefenso!!!! XD
    esa nicole es imponente!!!!! XP

    ResponderEliminar
  6. te voy a dar para el pelo como sigas dejandome los dientes largos!! XD Y sigue subiendoo!!

    ResponderEliminar
  7. Me encanta el pronto de NIcole; como quiere superarse a si misma y ser más de lo que de momento puede ser. ¿Cómo se ha enfrentado a Robert? Aluciante, realmente sin palabras, y me encanta que haya sido ella la que lo dejase a rastras en primer lugar. Supongo que tarde o temprano le tocara la hora a Alec ¿No?
    Genial el capitulo, como todos.
    ¡Sigue pronto!

    ResponderEliminar
  8. Voy a volver a comentar que así, con suerte, caerá el día de mi cumpleaños jajajaj
    Me encanta tu historiaaaaaaa (me gusta face jajaj) y por favor, termínala, porque han habido otras historias que eran buenísimas que no han acabado y me ha tocado fastidiarme jajaj
    Pues eso, muchos besos:)

    ResponderEliminar
  9. Ese tiene su merecido (Siento en tardar en leer pero es que el blog se me daba error.) Le odio e_e Aunque sea el hermano de Alec (Un bombón, cabronazo, pero un bombón)aaaah! Ahora me cae mucho mejor Flor y Nicole, que le han puesto en su sitio por primera vez ¡Ehhh! :D
    PD: Me lo imaginé como los típicos niños ricos que al no salirse con la suya van corriendo a llorar a la falda de sus madres xD

    ResponderEliminar
  10. ¡Jajajajajaja! En serio, yo me parto xD
    La verdad es que no entiendo como no puede rebajarse ni un poquito (un poco de sentido común... aunque hay quien dice que es el menos común de los sentidos e____ê)

    ResponderEliminar