martes, 22 de noviembre de 2011

Encantamiento 51, 3ª parte: (publicación especial)


Mis manos temblaron sobre la tela hecha girones de mi camisa. No tenía nada a mano con el que extraer las balas.
Mi sangre oscura se mezclaba con el agua que empezaba a encharcarse en el pasillo.
Sentía el cuerpo pesado, como dormido. Y estaba ardiendo aunque no hubiera rastro de fuego. Las llamas invisibles me carcomían por dentro, en mis venas. No podía respirar, con cada movimiento, la bala alojada en mis pulmones despedía más de aquella tortura. Sangre coagulada me ascendió por las vías respiratorias, me llenó la boca.
Me sentía como un tablero de madera prendido, no podía hacer nada más que quedarme inmóvil.
De las cinco balas que alcanzaron su objetivo, dos me había atravesado completamente el cuerpo, cauterizando a medias la carne que rompían. Una en la pierna, otra en los intestinos y otra en el pulmón derecho; esas eran las que supuraban fuego dentro de mí.
Intenté ponerme en pie ayudándome de la pared en la que ya estaba apoyado. Las extremidades no me respondieron.
Me muero.
Era tan simple que no podía entenderlo.
No podía morirme, no después de todo lo que había soportado hasta ahora. No era la primera vez que lograba salir de una situación que cualquier otro hubiera dado por perdido; me dije en busca de mis últimas fuerzas. Tampoco era la primera vez que me infectaban con Luz el cuerpo; yo no era ni humano ni demonio del todo, por lo que tenía una extraña resistencia a la Luz de la que carecían las otras especies. Esta habilidad fue lo que me convirtió en su conejillo de indias preferido. Sobreviviría, como siempre he hecho.
Volví a respirar lentamente, necesitaba oxígeno para vivir; me recordé.
Él resopló sujetándose las heridas.
-No eres ni un simple animal, eres escoria en este mundo.
Tomó un frasquito del cinturón y dio un trago al contenido; debía ser alguna especie de nueva medicina milagrosa aun sin patentar (¡deja de inventar cosas raras que me lo complican todo!).
El flujo de agua decreció. Las últimas gotas me rozaron los colmillos.
-¿Seguro que sois los buenos de esta historia? –Intenté responderle por puro rebote a pesar de que la voz me salió inteligible y sin apenas fuerzas.
En mi visión solo aparecían manchas. Debía guiarme por el resto de sentidos. Tenía el cerebro embotado por el dolor.
Colocó el tacón de sus mocasines sobre mi mano y apretó. Mis dedos, ya de por sí dislocados a lo largo del tiempo de habérmelos roto y torcido tantas veces, salieron con bastante facilidad de sus posiciones correctas. No grites, no le des esa satisfacción. Te tiene de rodillas frente a él, pero te vas a levantar, siempre lo has hecho.
Debí de perder la consciencia a ratos, pues lo siguiente que recuerdo es que me arrastraban por el suelo. Solo había avisado a dos guardas más.
Lújura gritaba cosas incoherentes con su voz rasposa de fondo.
La oscuridad me volvió a tragar.
Distinguí el chillido de una valkiria y los aullidos de hombres-lobo, golpes y el tintineo de cadenas a través de las puertas blindadas en respuesta. Él rió con suficiencia. La pregunta volvió a pasearse por mi cabeza: ¿seguro que ellos eran los buenos? Unos hipócritas, eso es lo que eran.
Oscuridad.
Plan. Piensa un plan. Si me quedaba allí estaba claro que no tendría ni una sola oportunidad. Me ataría a una camilla y ya no tendría fuerzas suficientes para librarme de ella.
Pero no podía moverme, y con las esposas antimagia puestas tampoco tenía la energía necesaria para curarme.
Más oscuridad.
Los fluorescentes parpadearon mientras me subían a la camilla. Me ató la muñeca derecha con las correas.
La cabeza volvió a írseme.
-¡¡Alec!! –los sonidos me llegaban amortiguados, pero fui capaz de escuchar la agónica voz de Colyn.
Alcé la cabeza para intentar enfocarlo, pero la verdad es que el agua que me había entrado en los ojos no me dejaba. Veía su contorno, sus cabellos naranjas. Aún podía sentir sus pies chapoteando en nuestra dirección, puesto que mi aura, la energía de mi alma que las esposas no succionaban, me aferraba con todas las fuerzas posibles a este mundo y me transmitía todas las sensaciones con fuerza.
Los hombros le temblaban con mucha fuerza, doblándolo por la mitad y amenazando con tirarlo al suelo. Olía a… perro mojado.
El corazón empezó a latirme muy fuerte. Mi subconsciente no paraba de gritarme que estaba demasiado cerca de aquel peligro en potencia y debía salir corriendo rápido aunque no estaba en condiciones para eso. Se transformaba, era peligroso tenerlo cerca. Pero hoy no era Luna Llena, sino mañana. Me costaba pensar. Tal vez el dolor místico que le producía no haber cumplido su promesa de no haberme protegido había acelerado el proceso. Solté una pequeña carajada que me abrió más las heridas. Colyn gruñó y se apretó el torso con los brazos.
Supongo que el extrés y la adrenalina hacen milagro. Cinco balas… creo que pueden contarse como heridas bastante graves. Por no habar de que me muero… No. No iba a morir. Me niego.
-¿Qué hacéis? –su voz sonó gutural.
Él lo miró en silencio. Soltó el arma, pues sin balas ya no le era muy útil y volvió a tomar el interruptor del agua de su cinturón.
-Señor Dande, tío… -volvió a gruñir- ¡¿por qué está mi amigo desangrándose?!
Colyn se dobló agarrándose los costados. No estábamos preparados, en mi estado no podía hacer nada por cumplir mi parte del trato. Se iba a  planificando y material robando para poder hacer algo llegado el momento… para nada.
-¿Amigo? ¿Este demonio ha venido con vosotros? –parecía costarle asimilar esa idea, no me extrañaba. Los Guardianes solo se juntan con demonios para matarlos-. ¿Ha venido con mi hija? –la forma en que lo dijo dio miedo. Colyn dejó de avanzar-. Este… demonio –la palabra sonó como el mayor insulto de la creación, incluso peor de cómo lo decía el-que-se-hace-el-héroe o su madre (que ya es decir)- ya se apoderó del cuerpo del bastardo de un Guardián para acercarse a mi hija. Creí haberlo erradicado del joven, pero por lo que veo, no solo ha vuelto a dominar sus actos si no que se ha introducido entre nosotros y te ha corrompido –lo que yo decía, él solito se ha montado toda la película de conspiración para incriminarme a mí. Se pensaba que yo era un demonio introducido en el cuerpo de un niño humano en lugar de haber nacido así, medio demonio medio humano; menuda manera de tergiversar las cosas, yo siempre he sido así, nunca me han poseído (me hice pruebas para comprobarlo y todo). Y él no me curó, lo que pasa es que mi cuerpo empezó a morirse y ya no producía energía mágica, pero él se creía magnificente. Tampoco había ido a propósito a por Lena, yo no sabía que su hija fuera una Guardiana y… Caí en ese momento, a pesar de que había tardado en hacer la conexión entre ambos. Él era el padre de Lena, la persona a la que tanto parecía adorar la arquera. El primer amor de mi vida era la hija de mi torturador; me “secuestró” en este lugar porque pensaba que yo pretendía hacerle daño a Lena. ¿Lena estaba al corriente de todo esto? El maldito prepotente mentiroso seguía hablando, como si su monologo pudiera interesar a alguien-: ¿Fue él quién te ha convertido en ese monstruo, Colyn? – otra falacia; Colyn acabó siendo mordido por su propia estupidez. Volvió a alzar el interruptor, su dedo a punto de volver a activar los grifos. Si el agua con Luz golpeaba a Colyn en un momento tan delicado como su transformación, moriría sin remedio. Mi oportunidad de salir…-. Como mi sobrino que eras, lamento ver cómo un demonio ha destruido tu alma. Deberé darle la noticia a tus pobres padres.
Di un rodillazo al guarda que me sujetaba la otra muñeca y me abalancé contra él antes de que terminara la frase. Lo tenía cerca, así que no pudo reaccionar a tiempo y mis colmillos se hundieron en su pierna. Perdió el equilibrio y ambos nos estampamos contra las baldosas. No se esperaba que me levantara, hasta yo me sorprendía de haber sido capaz de moverme. Volví a forcejear con la correa que me sujetaba la mano, la cual me hacía arañazos, y con él. Clavé mis colmillos esta vez en su muñeca y soltó el interruptor; de un manotazo lo mandé bien lejos. <<Un demonio que se precie solo usa sus colmillos para desgarrar o para intimidar>>; las palabras de Kaila riéndose de mis manías resonaron con lucidez en mi cabeza; esta vez iba a cumplir.
Me quitó de encima suyo con un simple empellón que me hizo rodar por el suelo encharcado. Gracias a que con ese golpe el pulgar se me había dislocado y pude sacar la mano.
La oscuridad amenazó con volver a tragárseme. No, tienes que estar alerta ahora más que nunca; la fuerza de voluntad era ya lo único que me movía.
Se puso en pie y me dio una patada para alejarme en el hombro, haciendo que la bala del pulmón desprendiera más sustancia de su interior. Grité pero sin aire no emití ningún sonido de mis labios (joder, ¿dónde están las drogas con efectos depresores sobre el sistema nervioso cuando las necesitas? Alcohol, morfina, marihuana… lo que sea que evitara que me doliera tanto). Lo mataría lentamente, ya estaba decidido de antemano.
-¡No le hagas eso! –Colyn sonó como un tornado y su puño envistió en un visto y no visto contra el doctor. Él abrió sus ojos azul turquesa. Las garras le desgarraron parte del cuello y la cara.
Colyn gritó al sentir el metal contra la piel. Él había usado su reloj de plata para mantenerlo a raya. Era un tipo muy avispado, sin duda.
-Colyn, las esposas… la llave –me apoyé en la pared apretando los dientes. Sentí que me despedazaban con ese movimiento; quería que el dolor acabara. En pie, eres mucho más fuerte que esto.
El doctor se giró, la sorpresa en sus ojos al ver que me levantaba (o hacía el esfuerzo de levantarme) fue evidente. Yo era mucho más fuerte ahora que cuando me tuvo preso siendo un niño, incluso sin magia. Me gustó poder apreciar los cuatro surcos sanguinolentos en su mejilla.
¿Me muero? Por el momento no, ya me encargo de que no sea así.
-No tengo la llave.
¡¡¡¿CÓMO COÑO ES QUE NO TIENES LA PUTA LLAVE?!!! ¡¿A QUIÉN SE LE OCURRE VENIRSE SIN LA LLAVE, JODER, ¿NO QUEDAMOS RECIENTEMENTE QUE EN LAS SITUACIONES NECESARIAS SÍ QUE PODRÍA USAR LOS PODERES?! ¡¡MÁS NECESARIAS QUE ESTA…!!
Lo asesiné con la mirada. Muerto Colyn no podría quejarse porque no lo hubiera ayudado a transformarse, es también una forma de hacer el trato.

4 comentarios:

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    Lo siento. Ya pasó.
    Tenía que desahogarme.
    ...
    ¡JODER FUE LA LECHE!
    HE AMADO ESTE CAPÍTULO ES GENIAL ME ENCANTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA XD
    Estoy loca, pero no soporto esta historia de lo buena que es....madre mía, Alec y el Dr y aparece Colyn (como yo predije!!!!!)
    Y como yo tb predije el dr se monta sus paranoias el solito ¬¬ le tengo aprecio pero solo porque quiere a Lena <33
    LENA!?!?!?!??!?! DÓNW ESTÁ!?!?!?!??! (Ya escribo mal y todo de la emoción!!!!!!)
    Sé que no te puedo dar la tabarra ese era el trato pero espero ver pronto un nuevo cap!!!!!
    o al meno pasamelo por el tuenti o haz algo pero ME MUEROOOOOOOOOOOOOO
    No puedes darme toda la historia para descargar o algo!?!??!?!?!?!?!?!?!?!?

    TE ADOOROOOOOO ERS LA MEJOR Y AMO ESTA MALDITA Y BUENÍSIMA HISTORIA.

    Ale.

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  2. Cualquier cosa que yo diga va a quedar eclipsada por ese pedazo de comentario XD
    Pero bueno!! ese hombre lo voy a matar! como siga torturando al borde de mi amor vamos a tener mas que palabras el y yo! lo mato!!! T--T Por que me torturas asi??!! Diossssssssssssssssss quiero maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas!!
    Atentamente una gamba muy muy fan <33

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  3. NO ME JODAS, TÚ , TÚ! PUTO-PADRE-DE-LENA (aunque ella sea un encanto. Por ahora.) SI ES QUE LO VOY A MATAR, MI SEXY MAGO SE ESTÁ MURIENDO Y NO PUEDO HACER NADA!NADA! Me pongo en huelga decidido.
    Sube cap a la de tres vale?
    1.....2......

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  4. Esta genial!!!!
    no he podido disfrutar tanto de un capitulo. ¿Cómo pueden ser tan cabrones? PObre Alec, todavía no me entra en la cabeza lo que son capaces de hacer.. gentuza...
    Escribes de lujo y cada vez va mejorando más y más!

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