domingo, 20 de noviembre de 2011

Encantamiento 51; 1ª parte:



-Su hija descansa dormida en la cama, doctor.
-Entonces será mejor no molestarla –dijo él, su voz sonaba más desgastada, aunque conservaba esa nota amistosa.
La enfermera asintió y dio media vuelta. Él volvió a girar el pomo y frunció el ceño, pensando en que creía haberla cerrado con llave antes del viaje que lo mantuvo fuera esos últimos días. Contuve el aire, no iba a cerrar la puerta; una pequeña posibilidad. Se dirigió al escritorio y dejó su maletín sobre éste. Me había dado tiempo a meterlo todo en los cajones por muy poco.
Se paró junto al escritorio y lo miró fijamente. Sobresalía la esquina de unos documentos de la pila de carpetas.
Tomó esos folios del resto. Permaneció en silencio unos interminable segundos.
-Exp.149-2010EMD-B… Humm, creo recordarte, demonio. Poseías el cuerpo de un pobre niño, Alexander, ¿cierto? –se giró arrastrando los talones.
Sus ojos azules se cruzaron con los míos. No había rastro de odio o asco en su mirada, pero sí en su aura.
Corre.
Me despegué de la pared entre los archivadores y la puerta. Al no haber armarios o conductos de ventilación lo suficientemente grandes para meterme había optado con soñar con que la puerta me mantuviera a salvo. Él sacó una pistola que llevaba escondida bajo la gabardina en el cinturón. Dos disparos. Me agaché cuando el cristal de la puerta estalló sobre mí. Pero no paré y salí corriendo de allí.
El pasillo era recto y demasiado largo. No había sitios donde esconderse, ni niveles a los que saltar. De mis habilidades solo podía emplear la velocidad.
Probé a abrir alguna de las puertas. Nada, cerradas con llave.
Él también salió del despachó. Volvió a levantar la mano del arma. Nuevos disparos. La bala me rozó la mejilla pues no fui capaz de apartarme más. La sangre, en lugar de salir, burbujeó, la piel se me enrojeció y ennegreció en torno al corte. Escocia, sentía el ardor de una de sus “curas” penetrarme en la carne. Eran balas de Luz; no eran solo un futuro proyecto, existían.
Recordé el dosier. Si me alcanzaban sería como volver a recibir una inyección de “cura”. La Luz me destruiría por dentro. Más motivos para no dejarme alcanzar.
Pensé rápido. La puerta del nivel 4. Colyn dormía allí, él tenía que defenderme en caso de pelea con otros Guardianes. Le usaría de escudo.
Un vigilante apareció cortándome el paso. Había avisado a los refuerzos.
Me lancé contra el guarda, con un codazo en el cuello lo derribe. Disparos. Lo enganché por el uniforme y lo puse entre el arma y mi pescuezo. Los balazos convulsionaron su cuerpo al impactar. La sangre bulló repugnante de las heridas gris y amarilla, olía a putrefacción nada más entrar en contacto. Los ojos se le pusieron en blanco y la boca se le desencajó al tiempo que la espuma gris le goteaba por una de las comisuras. Era humano, no un Guardián. Y la Luz destruye lo negro y lo gris, cualquier cosa que no sea Luz como los Guardianes.
Sentí asco y angustia, no quería acabar igual.
Torcí de repente tirando el ya cadáver sin ningún miramiento (si seguía arrastrándolo en forma de escudo, no podría ir deprisa y él me alcanzaría a las primeras de cambio). La puerta sí que se abrió (¿milagro?). Pero los disparos volvieron a escucharse. Dolor, intenso. Ardía sin necesidad de llamas. Perdí el equilibrio. La pierna derecha se me convulsionaba, llevando el temblor al resto de mi cuerpo. La sangre negra empezó a gotear a través de la tela del pantalón. Apreté los dientes, reabriéndome las llagas de los labios. Sentía mi sangre en la boca, pero al menos ésta sabía a metal y no a podredumbre.
Alcé la mirada y la boca se me desencajó. Reconocí a aquel ser atado y amoratado, sentía el poder de un Seamair en él: -Tía Lújura…–ella había desaparecido poco después de mi nacimiento, nunca la había visto en persona. Pero ella era la única cuyo paradero se desconocía desde hacía años y que encajaba en el perfil; no podía ser más que ella.
Ella hubiera abierto los ojos en mi dirección si sus cuencas no hubieran estado vacías y las amarras no le sujetaran la cabeza contra la silla. No tenía piernas ni brazos, solo muñones en su lugar. Apenas quedaban unos pocos mechones de pelo rojo sobre su cabeza. También le había amputado las orejas puntiagudas. La trabajosa respiración a través de los tubos de plástico implantados y los monótonos y débiles pitidos que monitorizaban su pulso eran lo único que resonaba en aquel pequeño agujero oscuro. La había visto en retratos, estaba irreconocible. Si alguien me hubiera dicho que se trataba de la desaparecida madre de Kaila, no lo habría sido capaz de creerle.
-No eres… humano, tampoco Guardi-án. ¿Demonio…? Tal vez… ¿Eres tú… el hijo… que tuvo… Mihory?
Él llegó a mi altura y puso el cañón de la pistola contra en mi coronilla.

7 comentarios:

  1. Soy la primera!!!!!!!!!! si!
    La madre de kaila?! Como kaila se entere se ma a montar la de dios. Mi querida lena no puede tener un padre tan horrrible, espera que ella no sea como el (por cierto, sigo esperando el momentazo Alec&Lena ¬¬)
    Quiero mashh mashh y mashhh
    ^^ Sigue asi tia

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  2. NOOOOOOOOOOOOOOOOO PUEDES DEJARME ASIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!
    NONONONONONONO Dios, Dr.Dande-psicópata al ataque!
    Pobre Alec, que nos lo espachurran a balazos!
    Y Lena durmiendo xD esta mujer...
    (¿hay balazos y alguien puede dormir? .-.)
    AAAAAAY QUE GRIMITA LA TIA LÚJURA :S
    Pobrecita, dioses, son unos sádicos :S
    Me dan pena todos los demonios del mundo T_T
    ¿¡y es verdad eso de que Alec poseyó el cuerpo de un niño!? No me lo creo... yo creo que los Guardianes no son capaces de asimilar que existan híbridos y buscan explicaciones ilógicas.
    ME ENCANTA, ERES GENIAL Y QUIERO MÁS.
    LOS CAPS SON CORTÍSIMOS Y ME VA A DAR UN CHUNGO.
    ME ENCANTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA :D

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  3. YARY TE ODIO.
    SOLO YO PUEDO SER LA PRIMERA ¬¬

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  4. Queremos ver Alec-Lena ¬¬
    Ya me voy <3

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  5. Todo se verá ;D
    Se ve que me gustan los psicópatas xD
    Chicas, tranqui, si eso algún día lena y Alec... algún día.
    Es que los disparos no se oyen porque el sitio es muy grande.
    xD Joer, Gaby, que bien que las pillas al vuelo, has calado a los pobres; pronto explico la paranoia del Dr.
    Son cortos para dar emoción y torturaros con la intriga!!!!

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  6. AJÁAAAM!
    Si ya sabía yo que mi querido Dr.Dande tenía algún trauma... (sí, vale? lo sigo adorando. Es el padre de mi ahijada xDDDD)

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  7. O.......................O Alucinada me hallo, dios jamás había leído un capítulo tan rápido y padeciendo tanto por el niño de mis ojos!! No me dejes asiiiiiiiiii!!!

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