miércoles, 1 de febrero de 2012

Encantamiento 59: El final de una historia.



-4 DÍAS DESPUÉS-

Esperábamos a la sombra del puente, mientras el sol iba tiñendo el agua del East River en tonos rojizos con el atardecer. Mientras Campbell correteaba chillando y chapoteando de un lado para otro intentando dar pipas a las gárgolas, la Cucaracha y yo la observábamos en silencio, sentados uno junto al otro en las piedras más grandes que había arrojado el río. Los minutos fueron pasando aceleradamente frente a nosotros. Solo había estado en la ciudad de Nueva York en la noche, así que ver cómo las fantasmagóricas sombras de los edificios iban devorando las calles me resultaba un consuelo. Después de tanto tiempo con los Guardianes amenazaba con olvidárseme el cruel encanto del mundo de la noche, el de los monstruos. Me sentía en mi terreno.
Pero, como empieza a ser costumbre, estoy pasando muchas cosas por alto con el inicio de este “Encantamiento 59”… Habíamos conseguido un portal seguro para ir desde el Norte de Norte América (valga la redundancia) un poco más al Sur, ni más ni menos que a Nueva York; el trébol de las cuatro Hojas tenía una de sus puertas dimensionales establecida en la ciudad, de modo que en cuanto dieran las doce, esa misma noche podríamos estar de nuevo en “casa”.
Ah, y sobre que ahora fuéramos una triada… Agh, ni me lo mencionéis (en realidad tengo que decíroslo de todas formas…) Nicole se empeñó en acompañarnos… y Campbell lo secundó (a base de llantera pura y dura. Pero como tengo que devolvérsela a Cristofino de una pieza…). La Cucaracha se crió a las afueras de esta ciudad y residía ahora en el centro, la excusa de estar perdida ya no le servía. Si aún no se había dirigido a su apartamento era solo para despedirse; en cuanto pusiéramos un pie en la taberna, posiblemente no volviéramos a verla nunca más.
Curiosamente me daba igual (aunque lo parezca, no es nada bueno). Por un lado me alegraba quitarme aquel lastre, pero por otro (y el más terrible e inhóspito lado) me había acostumbrado a ella hasta el punto que iba a lamentar que acabara nuestra relación tan tajantemente. Justo cuando empezábamos a ser cordiales. Había sido por culpa de Campbell, todo sea dicho, pues se empeñaba en mantener conversaciones en la que estuviéramos involucrados los tres (una tortura, un suplicio…). Así nos vimos forzados a empezar a practicar la charla pacífica y desinteresada con el otro. Al principio parecía que íbamos a arrojar al otro por las escaleras, pero finalmente encontramos puntos en común, como la literatura o la política (increíble pero cierto). Y, bueno, me había servido para tantear a Nicole (psicoanálisis, ya sabéis, cuanta más información, más fácil es anticiparse a una persona), que ya es algo. Y qué queréis que os diga: me parecía un desperdició haber conseguido tal logro (¡llevarme decentemente con ésa, si es que me lo dicen y no me lo creo!) para no poder utilizarlo de nuevo. La verdad, para eso mejor no haber desperdiciado tanto tiempo. Pero daba igual. Los dos sentimientos se contrarrestaban, así que no estaba dolido; eso es lo importante.
Tanto la Cucaracha y Flor debían estar pensando en lo mismo porque se apresuró a comentarme: -Flor quiere saber si puede seguir visitándote en sueños… No hay mucha gente con la que pueda hablar… -su voz sonaba a suspiro.
Me encogí de hombros.
-Duermo poco –le advertí.
Sonrió pues había entendido mi disposición.
-¿Cómo se llega a la taberna? –me preguntó fijando la mirada en una de las gárgolas que ahora perseguía al Renacuajo. Campbell se lo había dicho antes, pero con tanto “por aquí”, “y así”, “giras, giras, como una peonza”, “como aquella vez que…” y gestos de manos, normal que no se hubiera enterado de nada. Pero no se lo había comentado porque el renacuajo se mostraba muy feliz pensando que le había sido de utilidad.
-A las doce de la noche se abrirá allí –señalé uno de los pilares del puente que, aunque estaba en la linde, se encontraba encharcado con al menos un palmo de agua- aparece una portal comunitario que atraviesa toda la ciudad; deberás pagar lo que te pida su protector. Te lleva hasta Central Park y allí solo tienes que mirar en un mapa del parque, te indicará el camino con unas lucecitas brillantes –gracias a los cambios que estaba produciendo Flor en su interior, la Cucaracha ya podía ver a través de los espejismos más sencillos como aquel.
Guardó silencio. -¿¡Era tan fácil!?
Resoplé asintiendo. Dejar que el Renacuajo dirigiera el tráfico sería peor que darle una bomba atómica.
-Bueno… supongo que tú también estarás cuando vaya a visitarla, si es que sigues trabajando allí… -se recolocó las enormes gafas cuadradas sobre el puente de la nariz aunque estaban perfectas; era un signo típico de nerviosismo en ella.
Yo no estaba tan seguro: faltaba poco para Sambahin (=Halloween) y la apertura de las Puertas del Infierno y con todo el revuelo de Irlanda (lugar de localización de las Puertas del Infierno más importantes del planeta) necesitaban efectivos para luchar con los Guardianes y contener a los humanos que empezaran a sospechar. Sin demasiadas dudas Kristof-Inno me mandaría con ellos, aunque eso supusiera no tener apenas tiempo de descanso y ocio. Pero las guerras son lucrativas, seguro que algo sacaría de provecho…
La Cucaracha apretó los dedos alrededor de la falda larga que Campbell le había prestado. Para no tener más problemas nos habíamos medio camuflado (casuales, pero no lo que hubiéramos llevado de ser nosotros); Nicole con el pelo liso recogido en dos coletas, las gafas, mi sudadera y falda larga estaba casi irreconocible.
-¿Te acuerdas de lo que me dijiste antes? –siguió hablando, se había acostumbrado a que yo me comunicara con gestos o miradas más que con palabras- Si esto fuera una historia para un libro… ¿crees que este sería el final? –Giró la cabeza en mi dirección, apoyando el codo en su rodilla y la barbilla sobre la mano-: El “héroe” o protagonista ha luchado con el malo, recupera a su ser querido en peligro –hizo un gesto con la cabeza hacia Campbell- y ha escapado de las garras del mal. Desaparece la tensión ambiental del nudo y ahora puede volver la normalidad a su mundo. Éste sería un buen epílogo… es calmado.
Me incliné hacia atrás para observar el paso de las nubes teñidas por la contaminación lumínica sobre nuestras cabezas y meditar sus palabras. En aquella época, el convertir esta historia en un libro aún me parecía un chiste muy gracioso por estúpido.
Aún así, todavía de broma, le respondí: -Sería un buen epílogo, sobre todo si quieres dejar un final abierto –en verdad no cuentas casi nada, salvo que va a volver a la rutina-. Pero… ¿un final? –Me puse en pie y me sacudí la arena de los pantalones, faltaban no más de dos minutos para despedirnos-. No. Demasiados cabos sueltos todavía. A no ser que el autor quiera que los lectores le corten la cabeza, esto solo podría ser un interludio. Además… -ella alzó las cejas interesada- yo nunca me elegiría como el prota, así que aunque mi vida se calmará, eso no tiene relevancia para la obra –el-que-se-hace-el-héroe casaba mucho más con ese papel por motivos obvios, y que yo supiera aun no había encontrado a su “coprotagonista femenina” ni había tenido su lucha final para derrotar a “el Mal”. Incluso Nicole encajaba mejor en el papel que yo (es tan justiciera… puf)-. ¿Quién te dice que yo esté dispuesto a ser el héroe? Esos tipos son un pánfilos sin personalidad obligados a seguir un cliché de “justos” –arrugué el ceño en una mueca-; es una mierda. ¡Y un aburrimiento!
Sonrió ampliamente: -Entonces esto no puede ser un verdadero adiós. Hasta pronto, antihéroe –bromeó aunque la voz estuvo a punto de quebrársele.
Al reirse, los hombros le temblaron y un mechón de pelo dorado le cayó sobre los ojos, ocultos tras los gruesos cristales. Tal vez, solo un poco, fuera a echarla de menos (es demasiado fácil y gratificante meterse con los idiotas).
La tomé de la barbilla con los dedos. Me incliné sobre ella hasta que la punta de nuestras narices se rozaron y juntar mis labios con los suyos en un corto pero intenso beso. Sonreí pegado a ella y aspiré una última bocanada del aroma de su pelo para grabarlo en mi memoria.
-Hasta pronto, coprotagonistas. Aún tengo que cobrarme otro beso robado, pero no estéis esperando demasiado a que haga mi reaparición estelar.



7 comentarios:

  1. Mmmm... te diré que lo primero que leí fue el final y me enfadé muchísimo a lo Gaby-destructiva-deprimida-desilusionada todo junto... luego dije: ¡Cálmate! ¡Léelo todo! Y lo leí. Y llegué a la preciosa parte de "Adióooooooos Nicoleeeee ;D" Ogh, fue maravilloso.
    Aunque tengo la sensación de que la rubiaca aparecerá de nuevo (para mi enorme desgracia)
    Mmm.. ¿a qué se refiere Alec con que tiene que cobrarse otro beso robado? *O*

    ¡¡¿¿Y dónde está MI Lena??!! T^T
    (Espero por tu bien que salga en la siguiente parte)

    ¿¡Cuándo publicarás el siguiente capítulo/libro?! PORQUE NO ACABA AQUÍ. ¿VERDAD?
    Porque me da un chungo.

    Te adoro ;_;

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    1. Tú eres masoquista, gaby, ¿¡para que te spoileas tú sola!?
      No me ha quedado claro si es "maravilloso" en plan "uy, que bonito, coñe" o "siiii, se larga, siiiiiiiiiiiii" (sospecho que lo segundo)

      ¡Tranquis, mis gentes! Que no he matado a "Lenica Bonika" todavia xD

      LENA REVUELVE (este verbo no creo que exista con este sentido, pero yo lo valgo, así es que...) EN EL SIGUIENTE: ¡¡ESPECIAL EL MEDALLÓN DEL BRUJO!!
      (Y con eso doy por contestado la última pregunta de Gaby xD)

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  2. e///e esta capitulo ha hecho que se me parara el corazón; lo sabes no??
    Eres demasiado mala con nosotras! aun asi te quiero! y coincido con Gaby! Y Lena que?? si tu te has olvidado de ella, nosotras no!!! <33
    Bueno, ya sabes que me muero por leer mas (siempre me pasa lo mismo XD)
    Tuya en el fanatismo, la chica gamba (L)

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    1. Me gusta ser mala, y me gusta que me quieras y te molestes en hacerme féliz *se golpea el pecho con el puño y hace el gesto de la victoria en tu dirección* Tuya desde las alturas

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  3. ¿¡CÓMO QUE NO HAS MATADO A LENICA-BONICA TOOOOOOOOODAAAAAAVÍIIIIIIIIAAAAAA!?

    ¿Quieres morir? :D
    Si sigues por ese oscuro camino de periodistas besuconas te irá mal en la vida, que lo sepas. Vuelve a como eras antes ;_; vuelve a los buenos tiempos de guardianas arqueras y adorables. ¡Vueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeelve! :DDDDDDDDDDDD

    PD: Desde hoy odio la palabra Tríada. IGGGGGGGGGGGGGGGGG¬¬

    Eres la mejor<3
    Pero te odio a veces.
    Pero eres genial:D
    Sigue así*-*

    ¡¡¡ESA CARMEN!!! :DD

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    1. Si lo digo para que me grites!! xD
      No, me gusta estar viva, sinceramente. Pero soy una temeraria a la que le gusta el peligro *duchandose con tostadoras enchufadas*

      PD: Mejor que TRIO (mi mente mal pensada no me dejaba usarla -.-)

      ESA GAMBA-GIRL

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  4. ya se que no comento nunca... esque voy bastante atrasada pero en este capitulo TENIA que hacerlo... DIOs !!!!!! jajajajajajajaj me he quedado :0
    a sido Fantastico..... yo no se como van los bandos pero prefiero a Nicole que a Lena
    lo siento pero Lena ¬¬ no me gusta
    en cambio Nicole esta mucho mejor y ni que hablar de Flor jajajaja
    y bueno a sido interesante ver como Alec le va pillando cariño aunque no quiera admitirlo xD
    Eres genial , besos :)

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