viernes, 13 de mayo de 2011

Encantamiento 31, 2ª parte: Decisión arriesgada; suicidio sí o sí.


¿¡Qué coño haces aquí, gilipollas!? ¡¡Te van a ejecutar y encima tú te entregas!! ¿¡Por qué me tuviste que seguir desde el mismísimo submundo!?

Percibí por el rabillo del ojo que la mayor parte de la ropa de Campbell estaba sobre la mesa (abrigo, guantes, bufanda, jersey… es que es de día y no puede darle la luz directamente) y que ésta llevaba la blusa completamente abierta. Le estaban haciendo un chequeo.
-Suéltala –ordené con frialdad sin prestar atención a nadie más que a los dos Guardianes que sujetaban a Campbell.
-Tú no te metas, escoria –siempre llamándome eso…
-Por favor, no vengo a nada malo, lo juró –lloriqueó la rana-. Me entregaré, solo quiero estar con Alec; es mi familia.
-¿Familia? –los Guardianes pusieron cara rara (yo tuve que aguantarme para no ponerla también).
Pero el Guardián no escuchó y forzó aún más la articulación que sujetaba haciendo que Campbell se intentara retorcer mientras las lágrimas le surcaban los ojos. Si Campbell empezaba a llorar, estaría así por horas; sería incluso más insoportable que de por sí.
-Dice que se rinde, así que déjala en paz.
-O si no ¿qué?
No pensé, sencillamente… Me lancé al suelo en placaje contra sus piernas para desequilibrarlo, golpeando con la planta de los pies sus rodillas. Apoyé las manos en el suelo alzándome y girando al mismo tiempo con la pierna le golpeé el estómago mientras este caía haciendo que saliera disparado con aun más fuerza contra el suelo. La sangre le salpicó los labios, había partido al menos dos de sus costillas.
-O si no ESO -sentía la fuerte presión en las mandíbulas a causa de los colmillos.
C.Lence apoyó su taza en el platillo con cuidado: -Te dije que te golpearía muy fuerte.
De otra patada lo mandé rodando fuera de la habitación.
Se dio la vuelta para intentar levantarse y de un pisotón aplasté su cabeza contra el parquet. La sangre empezó a chorrear. Le bloqueé los brazos pisándolos. Me agaché y cogiéndolo por el pelo le alcé a cara.
La sangre me había subido hasta la cabeza y me reverberaba en los tímpanos.
Hablé sin prisas, con tono gris y penetrante al otro Guardián que se había apresurado a agarrar a Campbell: - Vuelve a ponerle un solo dedo encima y te desmembraré ese brazo cachito a cachito y te envolveré la silla de ruedas que necesitaras a partir de entonces con la piel que te arranque.
Por muy estúpida o por mucho que se lo merezca, a Campbell solo puedo pegarle yo; así de sencillo.
-Alexander –la voz neutra de Albert apareció en escena por el pasillo (alguien debió de avisarlo. Joder, cuando intentaban darme una paliza a mí, nadie le llamaba) cargada de exigencia. Era una advertencia-. Suéltale.
-Él no soltó a Campbell –comenté sin levantar la vista con un tono algo ligero. El pelo de aquel tipo empezaba a quedárseme entre los dedos.
El arco de Lena me apuntaba a la cara, esto es malo…
Miré por el rabillo del ojo a Campbell, medio despatarrada en el suelo y temblando (ella no soportaba las escenas de pelea y le tenía cierto terror a la sangre. Sí, trabaja para la mafia y es una autentica cobardica e inútil). Enfrentarme a patadas contra todos los Guardianes de ese Cuartel era algo muy parecido al suicidio. No perdí la inexpresividad de la cara. Estaba contra las cuerdas aunque ellos no lo supieran.
Si era verdad que Campbell se había entregado voluntaria, las posibilidades de que pudiera volver con los Seamair sin recibir repercusiones (tipo muerte, tortura, etc.) eran mínimas. Con sus actos se había tirado de cabeza al suicidio sí  o sí.
-Si nos atacáis o echáis a Campbell o a mí, le mataré –chantaje, la única salida que me quedaba a esa situación.  Golpeé de nuevo la cabeza de aquel tipo contra en suelo con fuerza. Ya había perdido el conocimiento. Albert y yo nos miramos fijamente, ninguno quería ceder-. ¿Te crees que voy de farol?
-De acuerdo.
-Júramelo por todos.
-Yo, Albert Derek Kensington, te juro por mi alma que ninguno de los miembros de la Orden os provocaran daño ni a ti ni a la chica si le sueltas; pero a cambio tendrás que curarlo y decirnos cómo entrar en la guarida de los Seamair –nos miramos fijamente, éste era un giro interesante. Ya tenía pensado de antemano hacerme entregar a los Seamair, era evidente; solo estaba aprovechando la situación para forzarme a ello de una vez. Me lo pensé, ¿qué más opciones tenía? …Menuda mierda.
-Solo puedo acelerar un poco la curación, no es tan fácil. -Asentí y solté al tipo levantándome de encima suyo.- Por el momento mejor que os lo llevéis a la enfermería.
Me aparté para dejar espacio.
-A-Alec… -me giré hacia el sonido de la vocecilla llorosa. Campbell se lanzó contra mí rodeándome el torso con sus bracillos y ahogando el llanto en mi camisa. Campbell tenía cuerpo de niña pequeña, plana y con la cabeza muy grande en comparación. Creo que era la primera vez que no me molestaba que fuera tan empalagosa.
Resoplé y me agaché para rodear esos hombros tan pequeños. De alguna manera era un consuelo que no hubiera cambiado ni en lo más molesto desde que me fui.
-No deberías estar aquí –le hablé en demoníaco-. Y, rana estúpida, deja de llorar. Eres molesta.
-Yo no lloro… -tartamudeó agarrando con más fuerza la tela de mi camisa.
-Lo que yo digo: eres una rana estúpida - suspiré.


Dio un pequeño brinco y se amarró con las piernas a mi cintura (es una chica rana, ¿de qué os sorprendéis porque pueda saltar mucho?). Me rodeó el cuello y empezó a tartamudear entre las lágrimas, aún en demoniaco.
-Creía que no podría volver a verte. Te he echado taaaaanto de menos… Le di la carta a quién ya sabes y la respondió, pero la adivina me la quitó antes de que los Guardianes llegaran y se empeñaran en registrarme. Ay, Alec, lo he pasado fatal, una vergüenza… Pero estar contigo es maravilloso… Te veo un poco delgaducho, pero estás más moreno. ¿Comes bien? ¿Aquí la comida es buena? No… no me puedo creer que te este abrazando… -y una miríada de estupideces sin sentido más.
Crucé la mirada con C.Lence. Sabía que tenía que llevar cuidado con aquella mujer.

5 comentarios:

  1. Me encanta!! Espero con ansias el siguiente(a ver si saco tiempopara poder leerlo)
    Sube pronto, plis..
    besos, Alec!

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  2. Madreee!!! Que rica que es Campbell me encanta XDDd Esperando al siguiente y por cierto, el dibujo te ha quedado genial ; D Besotes!!

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  3. Vaaaaya, en serio, me encantan tus dibujos...
    ¡Son geniales!
    Y sobretodo la historia *que no se me olvida, ¿eh?...*

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  4. DEFINITIVAMENTE *levantando pancarta con letras que decia: Campalec FOREVER!*
    CAMPALEC CAMPALEC CAMPALEC ^^ Adoro esa parejaaa no esta mal un hibrido con una rana? Si Alec no fuera esteril... Y tuviera hijos con mi Campi... O.ô ... Tendrian... hijos mu' raros... xD

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    Respuestas
    1. "Campalec", será posible que me encanta ese nombre!!! Sí que serían raricos a más no poder, sobretodo viendo a los padres

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